sábado, 7 de mayo de 2011

ACTIVIDAD 1

LA AVENTURA DE POLIFEMO: LA ASTUCIA SUPERA A LA FUERZA 


Y siguiendo su viaje, Ulises y los compañeros llegaron al país de los cíclopes. Son una raza con un solo ojo en medio de la frente, orgullosos, ariscos y de aspecto gigantesco. Desconocen la ley y viven en los picos más escarpados de las mon¬tañas, sin convivir los unos con los otros. Es aquí donde abordó la nave de Ulises y junto con él sus queridos compañe¬ros. En un extremo de la isla vieron una cueva, cerca del mar, y un buen número de ovejas y de cabras en un cercado. Allí vivía-Polifemo, hijo de Poseidón, un monstruo aterrador y salvaje.
Ulises y su grupo entraron en la espantosa cueva. No había nadie. Polifemo había salido a apacentar el ganado y a buscar leña. De pronto se oyó un gran estruendo: era Polifemo que llegaba y descargaba un enorme haz de leña. El monstruo hizo entrar el ganado para ordeñarlo; siempre hacía lo mismo: pura rutina. Cuando hubo entrado, cerró la entrada con una enorme y pesada roca. Ninguno de nosotros la hubiésemos podido mover.
Terminado el ritual de ordeñar el ganado, nos preguntó con voz de trueno:
- ¿Quiénes sois? ¿Marineros navegantes o piratas?
- Somos unos griegos que venimos errantes, y nos enorgullecemos de pertenecer a la raza del famoso Agamenón. Hemos perdido la nave, partida por el temporal. Créenos, nos postramos a tus pies y te suplicamos ayuda y hospitalidad en nom¬bre de Zeus, ya que somos forasteros y huéspedes tuyos.
Y entonces, el orgulloso Cíclope dijo:
- ¡No sabes lo que dices! ¿Nosotros temerosos del gran Zeus? ¡Tanto nos da!
Luego se acercó a nuestro grupo y con sus potentes manos cogió a dos de mis compañeros por los pies, los arrojó con fuerza contra el suelo y se los tragó crudos. Se los zampó en un momento. Y harto del banquete se estiró todo lo largo que era en la cueva y se durmió. Mientras el monstruo dormía y eructaba como un cerdo, un pensamiento anidaba en el corazón de Ulises: clavarle la espada en el hígado y acabar con aquel mal sueño. Pero, ¿cómo podría él solo o sus compa¬ñeros mover aquella terrible piedra que tapaba la salida? Así pues, suspirando les venció el sueño y esperaron al alba. A la mañana siguiente, Polifemo volvió a repetir el mismo ritual: saca el ganado, lo ordeña, y para cenar devora a dos compañeros más del grupo. Mas el astuto Ulises le ofrece un tazón de vino negro como señal de hospitalidad. El Cíclope no sabía lo que era, pues sólo bebía leche. De todas formas, agarra el tazón y prueba el vino. Y le gusta tanto que bebe varios tazones más.
Y antes de que el sueño vuelva a vencerlo, el Cíclope pide a Ulises:
- Díme tu nombre, para hacerte yo también un regalo de hospitalidad.
- Me llamo Nadie - dijo Ulises.
Y él respondió con corazón implacable:
- Nadie será el último que yo me coma de cuantos le acompañan; todos serán comidos antes que él. He aquí mi regalo de hospitalidad.
Y cuando de nuevo se quedó totalmente dormido, los seis hombres y el héroe que quedaban en la cueva acercaron una estaca afilada al fuego y cuando estaba al rojo vivo se la hundieron en el ojo. De repente, el monstruo dio un terrible salto y se puso a chillar como un loco. Despertó a los demás cíclopes que de todas partes acudieron a su cueva.
- ¿Qué te pasa, Polifemo? ¿Por qué gimes y chillas tanto?
- ¡ Amigos, Nadie me mata!
- ¡Pues si «nadie» te mata, es que te has vuelto loco o que el gran Zeus te envía alguna enfermedad! ¡Suplica a tu padre Poseidón!
Ulises y los compañeros, a fin de escaparse de la cueva, se colgaron debajo del vientre de las ovejas, bien agarrados entre la espesa lana, ya que el enfurecido Cíclope iba palpando a la salida uno a uno todos los corderos. Por fin, la astucia pre¬valeció sobre la fuerza y la corpulencia y todos logramos salir ilesos de la gruta y pudimos escapar de una muerte más que segura.
Y cuando nos disponíamos a zarpar, luego de llenar las naves de carneros y ovejas, y remábamos con todas nuestras fuerzas, luego el astuto Ulises le dijo en son orgulloso:
- ¡Cíclope! Si te preguntan quién te ha vaciado el ojo, dile que ha sido Ulises, rey de Ítaca, que ha destruido Troya.
Luego, Polifemo lanzó algunos peñascos contra nosotros para destruir la nave. Todo fue en vano. También dirigió una súplica a su padre Poseidón para que nos diese un mala travesía, y que Ulises llegase tarde, solo y con una nave prestada a Ítaca.
Y le escuchó su padre. Y el valeroso Ulises hubo de soportar muchos trabajos y fatigas a través del espacioso mar. (Adaptación de la Odisea, de Homero)

TAREAS

a) Averigua quién fue Homero y qué obras escribió.

b) Uno de los elementos más valiosos del mundo antiguo era el concepto de hospitalidad. ¿Crees que está presente en este texto? Habla de ello brevemente
 
c) ¿Qué nombre se inventa Ulises para llamarse a sí mismo?


d)  ¿Qué hacen Ulises y sus compañeros una vez el cíclope se ha dormido? ¿ Por qué no pueden matarlo?


e) ¿Cómo salen de la cueva?


f)  ¿ De qué se jacta Ulises al entrar?


g) ¿Qué grita el cíclope?


h) El nombre de "Cíclope" está formado por el sustantivo "ciclo" ( del griego kyklos, círculo, objeto circular, esfera). Con la ayuda del diccionario intenta formar otras palabras que contengan el mismo sustantivo.


i) Polifemo es descrito como un "monstruo aterrador y salvaje". Crea tú un monstruo, descríbelo, dibújalo y públicalo en el blog.


j) Busca un mapa del mundo antiguo y marca las posibles rutas de Ulises en su arriesgado retorno a su patria Ítaca.









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