viernes, 27 de mayo de 2011

Humor y latín (4)


El famoso dómine taranilla examinaba a sus discípulos con una carta de su propia cosecha cuyo comienzo era: Palentiam mea si quis, que unos traducían “si alguno mea a Palencia”, provocando as iras del maestro, y que otros más cautos construían de este modo: si quis mea, “chico mío”, suple fuge, “huye”, Palentiam “de Palencia”. Finalmente, cuando toda la clase estaba en el rincón por no haber acertado con el sentido de la frasecilla, el maestro explicaba mea “ve”, si quis, “si puedes”, Palentiam “ a Palencia.

“Los muchacos –añade el P. Isla”- se quedaban atónitos, mirándose los unos a los otros, pasmados de la profunda sabiduría de su dómine; porque, aunque es verdad que, echada bien la cuenta, había en su construcción mitad por mitad tantos disparates como palabras, puesto que ni meo meas significa, como quiera “ir”, sino “ir por rodeos, por giros y serpenteando; ni queo quis significa “poder, como quiera, sino “poder con dificultad; pero los pobres niños no entendían estos primores”.

Gil Luis, Panorama social del humanismo español( 1500-1800),Tecnos, Madrid, 1997, pág. 144

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