Conviene que un emperador muera de pie

Su gran setido del humor se manifestó incluso en el momento de la muete cuando exclamó : ¡Ay de mí, parece que estoy a punto convertirme punto de en dios!, aludiendo con ello a la costumbre romana de divinizar a los emperadores después de su muerte.
Por último, al sentir cerca su fin declaró: Conviene que un emperador muera de pie, y se levantó con grandes dificultades, cayendo en brazos de quienes lo rodeaban.
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