miércoles, 27 de agosto de 2014

CITA LATINA OPORTUNA

Un ejemplo de citas oportunas puede ser la de aquel predicador que estaba hablando sobre la pasión de Cristo. En esto que su sermón se vio interrumpido por la entrada en el templo de la reina y su comitiva. Era preceptivo, en tales casos, que el predicador interrumpiera su sermón en tanto que el regio personaje ocupaba su sitial y, una vez acomodado, el orador estaba obligado por cortesía a dar un breve resumen de su discurso, al objeto de que el importante personaje estuviese al tanto de lo dicho hasta ese momento. Como si el personaje importante no estuviera obligado, a su vez, a la cortesía de la puntualidad. Pero así era la norma aceptada. De modo que el orador tuvo que repetir el tema de los sufrimientos de Cristo. Antes de hacerlo, creyó oportuno justificarse con una cita de Virgilio, muy acorde con las circunstancias: 
  Infandum, regina, iubes renovare dolorem (Verg. A. 2.3) (Me mandas, reina, renovar un dolor indecible) 
 Se trata de la frase con la que Eneas accede al deseo de Dido, que pide al héroe troyano que le cuente de primera mano cómo ocurrió la destrucción de Troya. .
Tomado del blog La materia del sueño